Hace unos días, una de esas bombillitas de baja potencia que me cayeron en el reparto cuando me trajo la cigüeña se encendió por unos minutos; fruto de ese breve destello fue un plagio del insigne Lope de Vega que servidora envió a la lista de correo de la AJS.
Pero hete aquí que, pensando pensando,... se volvió a encender otra de las susodichas bombillitas, y se me ocurrió que no podía privar a toda la humanidad excepto los 100 afiliados a la AJS de ser testigos de mi desfachatez.
En consecuencia, y como penitencia (consecuencia... penitencia: ¡qué arte con la rima! Ni Lope de Vega, vaya...), exhibo para mi escarnio y sonrojo el corpus delicti.
Un reportaje me manda hacer Santiago,
sobre el scrabble ha de versar;
catorce días con sus noches y no lo hago:
¿Cuánto tiempo habré de sudar?
Con la mente en blanco divago y divago
Y hacia Mallorca a punto de volar;
una excusa preciso o al menos un amago
para que Su Excelencia no me vaya a regañar.
Vislumbro una idea que va cuajando
pero nada prometo en tanto no toque techo,
en las Baleares veré de irla madurando.
Lo que me angustia y me oprime el pecho
Es que estas letras me están comprometiendo;
España toda ahora espera: ¡Buena la he hecho!