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| ¡Vaya éxito los pasteles de Alicia y Joana! |
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| El nº 1, Blai, le cogió pronto la medida al jamón |
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| Los premiados individuales |
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| Diploma para el club campeón como grupo, el Santandreu... recoge, de total incógnito, Lucía (huy, se me escapó...) |
11 de abril de 2011
Torneo del Santandreu: fotos
Quesos, jamones y emociones fuertes (Abierto de Sant Andreu de la Barca)
Bueno, realmente de lo único que disfruté en este torneo fue de lo tercero: los quesos y los jamones no los caté.
Emoción fuerte nº 1: la im-presión causada por el estado de la sala cuando llegamos la noche anterior. Información desinteresada para todos los usuarios del centro cívico: en el Mercadona venden productos de limpieza a un precio buenísimo. ¡De nada!
Emoción fuerte nº 2: en primera ronda con Manoli Cano. Aquello no era jugar al scrabble, era buscar la manera de no tener que pasar turno por no encontrar dónde colocar al menos una letra... chiquilla, Manoli, la próxima vez tenemos que ponernos de acuerdo para jugar abierto... ¡que corra el aire!
Emoción fuerte nº 3: Ronda dos con Angels, una mujer muy agradable, debutante ella, a la que no tuve forma humana de ganar: los hados, en sus propias palabras, se habían puesto de su parte en esa ocasión. No pude por menos que estar de acuerdo.
Emoción fuerte nº 4: bueno, esta más que fuerte fue una emoción tipo Schwarzenegger. Voy laboriosamente cogiendo ventaja sobre Fer Monreal, hasta que llegando las últimas jugadas le saco 120 puntos. Pero ¡sorpresa! me coloca un scrabble... ¡ah amigo! la palabra es inválida (jejjeje)... me dispongo como jugadora avezada que soy a cerrarle el hueco... pero ¡oh incauta! robo las dos últimas letras que quedaban en la bolsa... ¡revuelve y vuelve a revolver las letras, y vuelta a revolver...! me coloca "réditos"... acaba la partida... mis pulsaciones alcanzan cifras de infarto... me descuento 18 puntos... se suma 18 puntos... ¡y me gana por 3! ¡AGGGGHHHHHHHH!
Me voy a comer con el estómago y las emociones (fuertes y débiles: todas en tropel) revueltos.
Emoción fuerte nº 4: siguiente ronda con Sonia... fue quizás la de menos sufrimiento, aunque con ciertas amenazas. En este caso, la emoción fue el resultado: ¡por fin una victoria!
Emoción fuerte nº 5: en sexta ronda me enfrento a José Manuel Valencia... En las primeras jugadas, la cosa no pinta demasiado bien: no consigo alcanzarle, hasta que coloco "espiadas" en un x9 que me reporta 149 puntillos. Respiro aliviada durante unos cuantos turnos... me sale la q y empiezo a tener letras tirando a malas... aguanto cual jabata... quedando pocas fichas en la bolsa, cambio la q... me coloca un scrabble y se me adelanta... nueva sesión de masaje cardíaco... va colocando letras... voy colocando letras... le queda la q... me queda una i... no veo dónde ponerla... pero sí: hay un triple de letra donde sitúo la maldita letra (perdóname, querida i: sabes que en el fondo te aprecio en el alma)... ¡y gano por 4 puntos! ¡YUJUUUU!
Segunda victoria consecutiva y disfruto del momento como lo merece; sabiendo, que eso sí que lo he aprendido ya bien, que podría durar bien poco.
Emoción fuerte nº 6: Francesc y yo frente a frente en última ronda. Silvestre y Piolín a nuestro lado son meros aficionados: Piolín coloca scrabble, Silvestra que lo alcanza... Piolín insiste en poner scrabble... Silvestra que contraataca... Piolín parece tener una reserva inagotable de scrabbles... Silvestra se convierte en su sombra...pero ¡oh chasco! Piolín coloca "sonado"... y suena el Réquiem por Silvestra.
Pero ya sabéis: la vida es bella, y los torneos de scrabble también, especialmente porque se pasa muy bien, se está en compañía de gente encantadora y ¿por qué no decirlo? para mí son una forma ideal de mantener la línea: ese kilito y medio que pierdo en cada uno no son moco de pavo.
Y ya para finalizar:
¡Enhorabuena a todos los ganadores de jamones, paletillas, quesos, vino y diplomas! Ha sido un milagro que yo no me llevara ningún premio... ¡jopé, si casi había uno por cabeza!
Y gracias a todos por vuestra hospitalidad, compañía y amabilidades varias.
¡Besotes para todos!
Emoción fuerte nº 1: la im-presión causada por el estado de la sala cuando llegamos la noche anterior. Información desinteresada para todos los usuarios del centro cívico: en el Mercadona venden productos de limpieza a un precio buenísimo. ¡De nada!
Emoción fuerte nº 2: en primera ronda con Manoli Cano. Aquello no era jugar al scrabble, era buscar la manera de no tener que pasar turno por no encontrar dónde colocar al menos una letra... chiquilla, Manoli, la próxima vez tenemos que ponernos de acuerdo para jugar abierto... ¡que corra el aire!
Emoción fuerte nº 3: Ronda dos con Angels, una mujer muy agradable, debutante ella, a la que no tuve forma humana de ganar: los hados, en sus propias palabras, se habían puesto de su parte en esa ocasión. No pude por menos que estar de acuerdo.
Emoción fuerte nº 4: bueno, esta más que fuerte fue una emoción tipo Schwarzenegger. Voy laboriosamente cogiendo ventaja sobre Fer Monreal, hasta que llegando las últimas jugadas le saco 120 puntos. Pero ¡sorpresa! me coloca un scrabble... ¡ah amigo! la palabra es inválida (jejjeje)... me dispongo como jugadora avezada que soy a cerrarle el hueco... pero ¡oh incauta! robo las dos últimas letras que quedaban en la bolsa... ¡revuelve y vuelve a revolver las letras, y vuelta a revolver...! me coloca "réditos"... acaba la partida... mis pulsaciones alcanzan cifras de infarto... me descuento 18 puntos... se suma 18 puntos... ¡y me gana por 3! ¡AGGGGHHHHHHHH!
Me voy a comer con el estómago y las emociones (fuertes y débiles: todas en tropel) revueltos.
Emoción fuerte nº 4: siguiente ronda con Sonia... fue quizás la de menos sufrimiento, aunque con ciertas amenazas. En este caso, la emoción fue el resultado: ¡por fin una victoria!
Emoción fuerte nº 5: en sexta ronda me enfrento a José Manuel Valencia... En las primeras jugadas, la cosa no pinta demasiado bien: no consigo alcanzarle, hasta que coloco "espiadas" en un x9 que me reporta 149 puntillos. Respiro aliviada durante unos cuantos turnos... me sale la q y empiezo a tener letras tirando a malas... aguanto cual jabata... quedando pocas fichas en la bolsa, cambio la q... me coloca un scrabble y se me adelanta... nueva sesión de masaje cardíaco... va colocando letras... voy colocando letras... le queda la q... me queda una i... no veo dónde ponerla... pero sí: hay un triple de letra donde sitúo la maldita letra (perdóname, querida i: sabes que en el fondo te aprecio en el alma)... ¡y gano por 4 puntos! ¡YUJUUUU!
Segunda victoria consecutiva y disfruto del momento como lo merece; sabiendo, que eso sí que lo he aprendido ya bien, que podría durar bien poco.
Emoción fuerte nº 6: Francesc y yo frente a frente en última ronda. Silvestre y Piolín a nuestro lado son meros aficionados: Piolín coloca scrabble, Silvestra que lo alcanza... Piolín insiste en poner scrabble... Silvestra que contraataca... Piolín parece tener una reserva inagotable de scrabbles... Silvestra se convierte en su sombra...pero ¡oh chasco! Piolín coloca "sonado"... y suena el Réquiem por Silvestra.
Pero ya sabéis: la vida es bella, y los torneos de scrabble también, especialmente porque se pasa muy bien, se está en compañía de gente encantadora y ¿por qué no decirlo? para mí son una forma ideal de mantener la línea: ese kilito y medio que pierdo en cada uno no son moco de pavo.
Y ya para finalizar:
¡Enhorabuena a todos los ganadores de jamones, paletillas, quesos, vino y diplomas! Ha sido un milagro que yo no me llevara ningún premio... ¡jopé, si casi había uno por cabeza!
Y gracias a todos por vuestra hospitalidad, compañía y amabilidades varias.
¡Besotes para todos!
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