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27 de septiembre de 2011

VA A SER QUE EINSTEIN (CASI) TENÍA RAZÓN

Comienzo con mi agradecimiento a alguien que recientemente publicó un artículo cuya lectura ha inspirado lo que estáis leyendo.
Todo es relativo.
¿En cuántas ocasiones habremos oído, leído o dicho estas palabras? ¿Cuántos términos de esos que solemos utilizar como absolutos no son en el fondo relativos? Felicidad, amor, incluso vida y muerte... ¿Se está igual de vivo cuando tenemos ilusiones que nos impulsan que cuando nos deslizamos o nos arrastramos por la vida un día tras otro hasta que la muerte nos (se)pare? ¿Morimos del todo cuando nuestro corazón se detiene o vivimos aún en el recuerdo y en las obras que dejamos atrás? ¿Se puede ser no-relativamente feliz? ¿Existe algo que se pueda considerar amor absoluto?
Hablemos del Scrabble... relativamente.
El azar, la amistad: palabras casi omnipresentes en nuestras conversaciones.
Cuando practicamos este juego, es indiscutible que el azar tiene un peso mayor o menor en cada partida y para todos nosotros. ¿Hay jugadores con peor suerte que otros en términos generales? Puede ser. ¿Es de alguna utilidad considerarse un jugador con mala suerte? Es discutible. ¿Es rentable tenerse por un jugador afortunado? Seguramente.
¿Qué es la amistad? Olvidémosnos por una vez del diccionario. ¿Se puede tener un millón de amigos, como dice la canción? Si creemos al Facebook, se diría que sí. ¿Es posible tener un solo amigo? Se diría que también. ¿El  poseedor de un millón es más rico en amigos que el dueño del mono-amigo? No necesariamente, depende de lo exigentes que seamos y sean con nosotros.
Pero nos dejamos atrás  otra dicotomía: la verdad y la mentira.
Si alguien hace trampas en el juego, ¿es un mentiroso? Desde luego, al menos temporal y relativamente. Se puede ser más o menos tramposo o deshonesto...  Sin embargo, yo diría que vislumbro una lucecita al fondo de este tortuoso túnel en que este domingo dos de octubre me he metido yo solita...
La mentira es relativa:  puede ser descarada, sibilina, mentirijilla, gorda, incluso piadosa...
¡Pero la verdad es absoluta! Lo cierto solo puede serlo absolutamente.

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